lunes, 16 de diciembre de 2013

El papel del Estado para incorporar el ahorro en la formación educativa

Con la presencia de legisladores, de miembros de distintas organizaciones especializadas en niñez y derechos humanos, integrantes de la comunidad educativa dimos comienzo a la "Semana del Ahorro Infantil" con el objetivo de promover una mirada a la cultura del ahorro en un sentido amplio. 
Contra las visiones conservadoras que consideran al ahorro exclusivamente desde la perspectiva financiera, promovemos el ahorro además como una cultura que promueve el cuidado de los recursos de la naturaleza, valora el esfuerzo como valor social, se considera responsable la producción de alimentos y considera necesario para hacerlo sustentable, enfocar la formación educativa con el objetivo de promocionar a los agentes de cambio más potentes que tenemos como sociedad, los niñ@s.
El pasado 27 de noviembre se llevó a cabo la jornada "Cerca de la abundancia y lejos del desasrrollo" como puntal del ciclo “Semana del Ahorro Infantil: un país para cuidar” donde emprendedores de relieve como Gustavo Grobocopatel, Presidente del Grupo Los Grobo, el experto en desarrollo local Fabio Quetglas y la Coordinadora del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, de la UCA, Ianina Tuñón fueron los protagonistas.
La apertura de las disertaciones estuvo a cargo de Ianina Tuñón, quién refiriéndose a la responsabilidad conjunta que tienen el Estado, el mercado y la sociedad para el desarrollo de una infancia con pleno ejercicio de sus derechos señalo que “El alcance de algunas políticas públicas que son necesarias actualmente no es el suficiente en términos de cómo avanzamos para mejorar los deficits más severos que aquejan a la infancia.” 
Acompaño dicha presentación con un informe constituido especialmente para la ocasión que permitió conocer que "más de un 80% de la infancia en nuestro país tiene un derecho vulnerado.., sin embargo vamos a hacer una mirada menos generosa y vamos a preguntarnos: ¿Cuáles son aquellos niños que todavía tienen comprometido el sostenimiento de la vida? Las dimensiones con las que vamos a trabajar son las dimensiones del derecho a la alimentación, el derecho a la salud, el derecho a una vivienda, a la estimulación intelectual y emocional en los primeros años de vida, a la educación y al acceso a la información. Son dimensiones que son básicas y que nos van a servir para reflexionar como en estas hay aspectos que tienen que ver con la inversión y con el ahorro.Cuando hablamos del derecho a la alimentación consideramos que los niños están en una situación de déficit severo cuando en sus hogares no han podido satisfacer las necesidades alimentarias y han experimentado situaciones de hambre. En el campo de saneamiento, cuando los niños viven en viviendas que no tienen inodoros con descarga de agua y que además no acceden al suministro de agua corriente. Que viven en viviendas en condiciones de hacinamiento, que hay más de cinco personas por cuarto para dormir o que los materiales de las viviendas son materiales muy endebles. Que son altamente vulnerables a su estado de salud porque no tienen todas las vacunas correspondientes a su edad. Son niños que en los primeros años de vida, entre los 0 y los 4 años de vida, no asisten a ningún centro educativo y tampoco reciben estímulos en su casa. También hay un alto grado de maltrato físico y verbal como forma de disciplinamiento. Todas estas características se dan conjuntamente en estos hogares.El indicador de educación de los 5 a los 17 años también es un indicador poco generoso con la infancia. Las escolarización es poco exigente para una sociedad como la argentina."
Fabio Quetglas, por su parte, también remarcó la importancia de un Estado eficiente en materia de implementación de programas que fomenten el desarrollo de una infancia y juventud consciente del uso responsable de recursos y el ahorro: “Argentina destruyó el ahorro porque destruyó los soportes institucionales del ahorro. Donde hay más ahorro hay más capital social, si la gente cree la gente ahorra. La cultura del ahorro precisa una agenda seriamente armada de políticas públicas post materialista con la idea de que ahorrar para algo es útil. Esta agenda debería estar integrada a los procesos educativos con el fin de construir una sociedad mejor.” 

Desmitificando la idea de que el ahorro equivale a la pasividad, Quetglas remarcó: “Hay que pensar el ahorro como cuidado, no como distracción de consumo. Tenemos una imagen de que cuidar es no intervenir, y eso es un error, porque a veces para cuidar hay que intervenir. Hay que desterrar este supuesto de que cuidar es no intervenir.” 
El cierre estuvo a cargo de Gustavo Grobocopatel, quién tuvo la generosidad de participar en esta iniciativa con total compromiso convencido que “El ahorro es una pulsión de futuro. El Estado debe posicionarse como principal responsable pero también debe interactuar con la sociedad civil, con los empresarios. Ahorrar significa hacer un esfuerzo, ahorrar implica sacrificarse, para esto hay que trabajar, hay que posponerse, mirar a futuro. La cuestión del ahorro en relación al largo plazo genera una base que estimula al emprendedurismo con el ahorro. Este proceso debe facilitarse.” 

Luego sobre el cierre compartimos preguntas con el público presente y dimos comienzo a la aventura de promover incorporar el ahorro en la curricula educativa primaria en nuestro país.

Como siempre con ganas y dispuestos. Mucho por hacer.