domingo, 21 de diciembre de 2014

María Orozco y el arte de leer cuentos

María Orozco es una bella mujer, oriunda de Cuyo, defensora de animales y la única entre varios hermanos varones. Nadie lo sabe, ella tampoco, pero da la impresión que tiene el don de ser Madre, de los propios y de los ajenos. Establece sobre los niños un embrujo solo comparable con el de los chamanes en las sociedades tribales.

Tuvimos ocasión de conocernos en una situación fortuita, ella buscaba hacerle llegar un reclamo a una persona que al escucharla la derivo conmigo que estaba allí cerca.

Pasado un tiempo, volvimos a conversar y de la charla conocí su vocación de leer cuentos para niñ@s. Habitualmente lo hacía en su casa para sus hijos, pero en otras ocasiones también como emprendimiento laboral, para colaborar con la economía familiar que siempre pide más. En esos días Ciudad Activa comenzaba a dar sus primeros pasos, habíamos decidido crear un Centro Comunitario, donde supo funcionar un local político partidario, con el objetivo de construir una herramienta de participación y formación que nos permita además hacer las cosas que nos gustan, con gente que nos gusta y libres de toda atadura institucional.

Con ese objetivo creamos Ciudad Activa, con olor a barrio, con sencillez, con recursos aportados por cada integrante y sobretodo, con la mirada estratégica de constituir una alianza virtuosa con los comerciantes de la Calle Edison.
Así cobro vida el Taller de Cuentos y Arte de los sábados que coordina y dirige María Orozco para admiración de muchos. Para dar comienzo salimos de recorrida por los setenta y dos comercios existentes en el paseo comercial de la calle Edison, con el boca a boca

La idea era simple, tener una propuesta para niños del barrio de 4 a 7 años, para que sus padres pueden hacer las compras en los comercios linderos. Pero como sucede con toda idea maravillosa, la realidad siempre se empecina en dejar sus huellas y comenzaron a llegar padres del barrio que buscaban para sus hijos un entretenimiento pasajero.

Allí radica la mayor virtud de María Orozco, que fue atrapando de a uno a cada uno de esos niños despertando su imaginación con cuentos, invitándolos a dibujar, a pensar, a que cuenten el cuento en casa. Por eso, el sábado se volvió una cita obligada y cada vez con mayor concurrencia. 
Sin dudas, alimentar la imaginación de un niño es tal vez el mayor estimulo al desarrollo infantil y esa debería ser la política educativa que forme la estructura de los adultos del mañana.
En algo de eso estamos, pero mientras tanto un reconocimiento a un valor del 2014, una de las verdaderas estrellas de Ciudad Activa. Hay mucho más para contar, por ahora solo el aplauso y el reconocimiento a esta GRAN PROFESIONAL.

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